Pesado drama: aquí la nuera no es bien recibida. Tiene cuatro meses de embarazo. La futura abuela no puede creer que la joven esté viva y su hijo bien amado, el más grande de los dos hermanos, muerto por un conductor ebrio.
Pierce Brosnan interpreta al padre (Allen Brewer). Vive su duelo de otra manera: da clases en un college. Parece que se distrae: tiene una amiguita ahí, una profesora rubia que falla al tocar el tema de la pérdida. En el funeral, ha visto a la joven que llega con el brazo enyesado: la novia que se aparece un día a su puerta porque la han echado de su casa. Tiene una ocupación, trabaja en una estética, pero con eso no tienes para una renta y un sanatorio. Ella, Rose (Carey Mulligan), llena la pantalla. Aquí la decisión de Rose es importante: quiere tener al bebé. ¿Un guiño a Rosemary's Baby?
El hermano no duda en fumarse un porro en la casa de sus padres. Es una jodida basura que no ha soportado que el mayor, el más grande, se haya salido con la suya hasta el final: acaparando toda la atención de sus padres ¡aún después de muerto!.
Hay una escena donde vemos al padre y a la joven madre caminando ¿en Boardwalk Hall, Atlantic City? Donde han ido el fin de semana para tratar de distraerse un poco de la guerra librada en casa. Allen está tan asustado que tiene que sacar a gritos al hijo que le queda cuando lo ve nadando mar adentro con su novia de color. Se derrumba en medio de una discusión con su mujer, Grace Brewer (Susan Sarandon), transida de dolor todo el tiempo.
Al final, se alumbra una nueva vida. ¿Cuál será su nombre? Me urge aprender inglés y me lo he perdido. Ni siquiera me queda claro si es una nena.
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