La nueva reencarnación de Lara Croft, una chica nórdica (noruega o sueca), hace olvidar un tanto a mi lesbiana favorita (Angelina Jolie). Si pudiera pagarme la entrada, volvería a verla. Pero yo no soy crítico de cine, no soy el maestro Naime, sólo soy un tipo que ha querido ver en la pantalla grande el bonito rostro de mi novia Alicia Vikander.
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Alicia Vikander como Lara Croft en Tomb Raider |
Nada más la veo y me recuerda a mi muchacha. "Te voy a extrañar, de veras", dijo. "Nadie me va a platicar cosas interesantes." No me extrañes, mejor llámame. No ha llamado desde octubre, y sufro la ausencia, como Lara Croft o Bruce Wayne lloran cada uno su pérdida. Niños huérfanos y millonarios, ¡qué mejor gancho para vender empatía!.
Actualización: 21-03-2018 17:17 Increíble. Me marcó hace 5 horas, cuando estaba haciendo la compra. ¿Habrá leído este post?
Por cierto, qué tiempos aquellos en que uno iba al cine a meterle mano a la novia aprovechando la intimidad de la oscurana: ahora no sólo te están espiando con cámaras de visión nocturna, sino que cada cierto tiempo ¡te toman fotos!. El verdadero virus del año 2000 fue la web 2.0: el final de la privacidad. Ya sólo falta que nos metan esos aparatos en el sanitario (si es que no lo han hecho ya esos nazis).
Por lo demás, en estos tiempos de Brexit Londres voltea a ver a una de sus antiguas colonias: Hong Kong, donde son adictos a los videojuegos (y Tomb Raider lo es, como Star Wars), particularmente los jóvenes, que se reúnen en grandes salas para jugar en línea día y noche, hasta caer exhaustos, muertos, alrededor del sexto día sin comer ni dormir. Por cierto, ¿algún día nos devolverán Belice estos piratas? ¿Siquiera está en litigio? Porfirio Díaz se los entregó a los ingleses como lo hizo con el 70% de las minas. Dizque para cortar el árbol de belice. Ahora tienen hasta una base militar ahí. Habrá que correrlos algún día. (Lo que nos pondría en guerra con EEUU). Por lo demás, hasta yo me di cuenta de cómo los productores de esta peli conceden al espectador para beneficiarse de la taquilla. Todo está calculado, como esos pechos turgentes y el bronceado delicioso. Y esos ojazos café. Y la cara, ay Dios, la carita de virgencita. Desde que inicia, se plantea que Lara es deportista, y fuerte. Una luchadora.
Corran a verla: es un poco como 007 Spectre y Batman en The Dark Knight Rises. En estos tiempos en que las prófugas de la cocina se han masculinizado (dicen palabrotas aunque no venga a cuento, van a la guerra y se suben al ring) uno agradece que al menos en el cine hollywoodense (aquí producen la Warner Bros., y la Metro Goldwyn Mayer, cuyo león parece tener la mirada de un halcón en el acercamiento que le hacen) se depilen las axilas. Muchas gracias. Por eso hicieron ese comercial de Mum Lady, ¿verdad?. Pillines. Habría que averiguar si hay correlación directa entre tanto cáncer de mama y esos antitranspirantes basados en laca que tapan los poros para impedir la natural sudoración.
Para la siguiente entrega Lara Croft ha adquirido, cómo no en esta cultura falocrática, dos sendos pistolones para enfrentarse a Trinity, la organización secreta detrás del imperio de su difunto padre, dejando atrás su rol de flechadora en esa isla inhóspita enclavada en el mar de Japón a la que ha llegado aprovechándose de un marino borracho.
NOTA ¿Lara es Larissa? El nombre puede volverse a poner de moda, ya verán. Crédito de la foto: @Variety